COMENTARIO: "CANTO A TERESA"

Canto a Teresa

¿Quién pensara jamás llegase un día,
en que perdido el celestial encanto,
y caída la venda de los ojos,
cuanto diera placer causara enojos?

Aún parece, Teresa, que te veo   5
aérea como dorada mariposa,
en sueño delicioso del deseo
sobre tallo gentil temprana rosa,
del amor venturoso devaneo,
angélica, purísima y dichosa,   10
y oigo tu voz dulcísima, y respiro
tu aliento perfumado en tu suspiro.

Y aún miro aquellos ojos que robaron
a los cielos su azul, y las rosadas
tintas sobre la nieve, que envidiaron   15
las de mayo serenas alboradas; 
y aquellas horas dulces que pasaron
tan breves, ¡ay!, como después lloradas,
horas de confianza y de delicias,
de abandono, de amor y de caricias.   20


El presente texto es un fragmento del poema "Canto a Teresa" perteneciente a José de Espronceda y que está incluido en su obra El diablo mundo (1840). Se inserta esta obra dentro del movimiento romántico, tendencia caracterizada por la exaltación del yo, el individualismo y, por tanto, del subjetivismo y la libertad creadora, dando relevancia a la expresión de sentimientos. La naturaleza, que cobra especial atención durante está época, se ve arrastrada por las emociones del poeta, convirtiéndose en reflejo de sus sentimientos. Todo, en definitiva, está contagiado de un gran idealismo.

Por todo ello, no es de extrañar que sea precisamente la lírica (género basado en el ritmo como herencia de su pasado musical en la Antigua Grecia, en que el recitado se hacía por medio del canto con acompañamiento de una lira), sea el medio destinado a ser el receptáculo en el cual el poeta vierta sus sentimiento y emociones, cobrando especial relevancia durante el Romanticismo.

Volviendo al texto propuesto para nuestro comentario, nos disponemos, en primer lugar, a establecer el tema en torno al que gira el poema. En esta composición se nos presenta el tema del amor visto desde dos perspectivas que dividen nuestro poema en dos partes: la primera, formada por los cuatro primeros versos, nos muestra una visión desengañada ("y caída la venda de los ojos, / cuanto diera placer causara enojos?" ,vv 3 y 4), para después, en la segunda parte, formada por las dos siguientes estrofas, pasar a tratar el amor correspondido mediante el recuerdo de la amada ("aquellas horas dulces", v 17).

El tema que acabamos de exponer se desarrolla a lo largo de las estrofas compuestas por ocho versos endecasílabos de arte mayor que riman en consonante siguiendo el esquema de distribución de la rima ABABABCC; estrofa que toma el nombre de "octava real". Los cuatro primeros versos corresponden al final de una octava real. En ellos, el poeta parece expresar su lamento por haberse dado cuenta de cómo era realmente su amada: "caída la venda de los ojos, / cuánto diera placer causara enojos?" (vv 3 y 4). En la siguiente estrofa, la voz poética vuelve a recordar a la amada recurriendo al tópico descriptio puellae, de manera que empieza a retratarla de forma positiva como una chica rubia, delicada, delgada, joven, feliz, pura, etc (dorada mariposa, tallo gentil, temprana rosa, angelical, purísima, dichosa). En la última estrofa continua con su descripción alabando la belleza de sus ojos azules ("ojos que robaron a los cielos su azul", vv 13 y 14) y el color rosado de sus labios y mejillas junto a la blancura de su piel ("rosadas tintas sobre la nieve", vv 14 y 15), para terminar por recordar los buenos momentos que pasó junto a ella viviendo su historia de amor: "aquellas horas tan dulces" (v. 17), "de abandono, de amor y de caricias" (vv. 19 y 20). 

Como acabamos de ver, el poeta expresa una serie de sentimientos y pensamientos, pero la forma en que lo hace le otorga la dimensión poética, abandonando el estrecho cauce de la expresión cotidiana para impregnar sus palabras de mayores connotaciones. La forma en la que logra tal propósito es mediante el uso de ciertas figuras retóricas. [Sí, se me ha ido la cabeza, pero no he podido evitarlo. De esta manera podéis ver una forma más elaborada de párrafo de tránsito.] En la primera estrofa de cuatro versos, el uso de la metáfora "caída la venda de los ojos" nos remite al desengaño sufrido por el poeta que tenía a su amada idealizada, concepto que expresa mediante el epíteto "celestial encanto" (v2). El lado trágico del desengaño  queda patente a través de la antítesis placer / enojo del verso 4. En la segunda estrofa, como dijimos, el poeta describe a su amada como una persona rubia mediante la metáfora "dorada mariposa" (v 6), una mujer joven y estilizada con la metáfora "sobre tallo gentil, temprana rosa" (v 8), descripción influída por una visión positiva que se deja entrever en el uso de las sinestesias "sueño delicioso" (v 7) y "voz dulcísima" (v 11) y el uso de los adjetivos angélica, purísima y dichosa en la enumeración del verso 10. La última estrofa continua con la descripción idealizada de su difunta amada a través de la personificación de los versos 13 y 14: "ojos que robaron a los cielos su azul", que resalta la belleza del color de sus ojos; y la metáfora "rosadas tintas sobre la nieve" (vv. 14 y 15) que expresan el color de su piel junto con la personificación "que envidiaron las de mayo serenas alboradas" (vv 15 y 16). Se repite en esta estrofa el tono positivo a través de la sinestesia ("horas dulces", v 17). La intensidad de su amor lo refleja por medio de la enumeración de los versos 19 y 20 ("de delicias, de abandono, de amor y de caricias") que acumulan por medio exclusivo de la expresión de sustantivos la esencia de su relación perdida por la que sufre, emoción expresada mediante la exclamación del verso 18. 

Llegados a este punto, nos disponemos a concluir nuestro comentario pero no sin dejar un último apunte a modo de cierre. Tras analizar su contenido y parte de su forma, no podemos terminar sin dar unos apuntes de los rasgos románticos que en él se acumulan. [Estos son algunos rasgos que no os he añadido, tomad nota de aquí] La gran sonoridad de la expresión del poeta en un poema de amor está lograda a través de dos vías, el uso de figuras retóricas como ya hemos comentado anteriormente, y el empleo de la rima consonante. La inclusión de interrogaciones y exclamaciones refuerzan dicha musicalidad y dan un puntual tono patético a la composición, efecto de melancolía producido por la muerte de la amada que queda expresado también en el uso de la aliteración de las sibilantes [/s/] y nasales [/n/ y /m/].

Terminamos, ahora sí, nuestro comentario habiendo demostrado el carácter especial que el lenguaje literario adquiere en el género lírico, género elegido por Espronceda para expresar sus sentimientos, pues como decía Mario Benedetti: "la poesía es el género de la sinceridad última e irreversible".


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