Canto a Teresa ¿Quién pensara jamás llegase un día, en que perdido el celestial encanto, y caída la venda de los ojos, cuanto diera placer causara enojos? Aún parece, Teresa, que te veo 5 aérea como dorada mariposa, en sueño delicioso del deseo sobre tallo gentil temprana rosa, del amor venturoso devaneo, angélica, purísima y dichosa, 10 y oigo tu voz dulcísima, y respiro tu aliento perfumado en tu suspiro. Y aún miro aquellos ojos que robaron a los cielos su azul, y las rosadas tintas sobre la nieve, que envidiaron 15 las de mayo serenas alboradas; y aquellas horas dulces que pasaron tan breves, ¡ay!, como después lloradas, horas de confianza y de delicias, de abandono, de amor y de caricias. 20 El presente texto es un fragmento del poema "Canto a Teresa" perteneciente a José de Espronceda y que está incluido en su obra El diablo mundo (1840). Se inserta esta obra dentro del movimiento romántico, tendencia caracte
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